viernes, 24 de abril de 2015

Contundencia y cobardía

De contundente podemos catalogar sin duda la acción que el pasado lunes realizó el partido Ciudadanos por Benidorm presentando ante la Fiscalía Anticorrupción de la Audiencia Provincial de Alicante una denuncia contra el alcalde de nuestro pueblo y contra todos los ediles que fueron cómplices de su presunta malversación de caudales y prevaricación en uno de los tantos asuntos que han convertido a Benidorm en una ciudad sin Ley, y en un municipio donde sus máximos representantes están viciados pisoteando el Estado de Derecho sin darse cuenta de los daños directos y también los colaterales que se producen cada vez que alguno de los políticos toma decisiones que quebrantan la legalidad vigente.

Ante esa contundencia, lo único que hemos visto entre la inmensa mayoría de las antaño llamadas “fuerzas vivas” parece ser que es el silencio, al menos de momento, porque todo apunta a que dentro de un mes ese sigilo dará paso a marejadas de votos por el “cambio” en Benidorm a nivel político. Terminamos una semana donde los partidos mayoritariamente conocidos sólo han sabido desempolvar los programas electorales de consultas pretéritas, les han cambiado la foto de portada…..y han creído que los benidormenses somos deficientes mentales y con haber hecho esa simpleza, vamos a volver a caer en la tentación de las infamias, el desprecio, el desprestigio y las injurias que nos han atropellado en los últimos cuatro años. Los tiempos han cambiado con la misma contundencia en la voluntad de miles de ciudadanos de Benidorm que esperan el 24 de mayo como la gran oportunidad de poner punto y final a esta película de terror que estamos viviendo a nivel político, social, cultural, económico y educativo.

Han sido siete días donde nos hemos dado cuenta que ya no caben más ineptos e irresponsables en los metros cuadrados que ocupa el Ayuntamiento de Benidorm. Pero no merece la pena que hablemos de quienes nos han despreciado, mancillado y deshonrado desde el Consistorio. Toca y corresponde elevar la mirada, y como pueblo sabio e inteligente que somos, tomar decisiones pensando en nosotros, pero sobre todo pensando en nuestros hijos y nietos como hicieron nuestros padres, quienes construyeron la sociedad que ahora se tambalea como si de un gran terremoto se tratase. Ninguno de los contrincantes en la carrera por lograr la confianza del pueblo de Benidorm y alcanzar con ello la Alcaldía de nuestra ciudad, se atreven a tener un cara a cara en un debate donde yo esté presente, con tal de que todos los ciudadanos conozcan lo que algunos queremos hacer a base de trabajo, y lo que otros “trabajan” en cuatro años, que es ni más ni menos poner su intelecto al servicio del desprecio a todos y cada uno de nosotros.

Ayer, sin ir más lejos, estuvieron debatiendo cuatro insulsos aspirantes a ser la máxima autoridad local de Benidorm en un debate en un plató de Alicante capital, cuando tienen todos a su disposición la televisión que dirijo, con 250.000 espectadores semanales, y no tienen ni gallardía, ni valentía, ni respeto, ni honor, ni programa, ni proyecto…..ni nada de nada que ofrecer al pueblo de Benidorm porque son, sencillamente, unos cobardes. Quien no quiere dar la cara es porque algo nada bueno oculta. Y la medalla de oro en cobardía ya se la ha impuesto el propio alcalde, porque ya ni acude a debates de cadenas amigas donde los periodistas están comprados. Todo un alarde del miedo que tienen ante lo que se les avecina. Increíble pero cierto.

Ha sido una semana, la decimoséptima del año, que nos ha dejado titulares cobardes de quienes pretenden engañar por enésima vez a su pueblo. Hemos dejado atrás una semana, a un mes vista de las elecciones municipales, donde los aspirantes por Benidorm han debatido en Alicante y no en su pueblo, algo que consuma la duda que teníamos de estar ante miembros y “miembras” desequilibradas que no pueden seguir sentados en el Plenario ni un segundo más. Ha sido una semana donde el pueblo empieza a cansarse de la ruindad de sus políticos, la misma que nos ha llevado a una ruina que costará de eliminar, pero la contundencia de la gente de bien de mi pueblo en ese proyecto que me digno en encabezar, Benidorm será de nuevo una ciudad de altura en todos los aspectos. Ahora ya sólo nos quedan treinta días. La mascletá está a punto de empezar. Únanse ustedes al bando de la contundencia…..y abandonen el bando de la cobardía. El precio de la grandeza es la responsabilidad, y Benidorm demostrará dentro de cuatro semanas las dos cosas, grandeza y responsabilidad. Será la única forma de recuperar el esplendor que nos corresponde y nos merecemos todos.

Benidorm a veinticuatro de abril de dos mil quince.

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